Hace unos días que Willy, nuestro periquito, se ha marchado.
Parece mentira, pero sigo levantando la cabeza todos los días y miro a donde debería estar su jaula para darelo los buenos días antes de irme a trabajar; y exactamente los mismo al volver a casa.
No me habia dado cuenta hasta ahora, que habia cogido este habito. Pero la verdad es que hablaba bastante con el; como erá el único que no me llevaba la contaria ;-)
Es increible como un animalito tan pequeño, se te mete tanto en tu vida.
Ya no estará para acompañar con sus música a la aspiradora, o para hacer los acordes a Queen.
Espero que hayas encontrado un buen nido donde descansar, por que en tu caso tanta paz lleves como vacio dejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios serán revisado a posteriori para eliminar aquellos ofensivos.
un saludo