Parece que la crisis económica lo eclipsa todo y no nos deja ver la otra crisis que afecta a este país, que además hace mucho más difícil la recuperación.
La crisis moral y ética.
En países nórdicos, en este caso todo lo que esté por encima de los pirineos, se ven ciertos argumentos que llevan a la esperanza, pero aquí.....
Allí quien se equivoca la paga.
Allí los políticos están para servir, no para servirse.
Allí todos reman en una dirección.
Pero aquí, se nos subió la fiebre del falso nuevo rico. No solo por vivir por encima de nuestras posibilidades, sino por tener el mayor ratio de sinvergüenza por millar de habitantes del mundo.
Aquí cada uno ha ido a llenarse más sus bolsillos o aprovecharse del sistema que el de alado.
Si ya cuando sobraba el dinero aparecía de vez en cuando algún caso sonado, ahora que las vacas vienen flacas empiezan a salir los casos a borbotones.
Mientras no nos rijan gente cuya única misión sea el beneficio del colectivo y no el suyo propio, tengan una visión del "NOSOTROS" en vez del "YO"; no seremos capaces de salir del agujero ético, moral, social y económico en que nos encontramos.
Y lo peor de todo, es que si no se dan cuenta pronto y ponen remedio se nos avecina una revolución traumática donde perderemos todos: ricos y pobres, honrados y estafadores, jóvenes y mayores.
A ver si nos damos cuenta de una vez que NO vale todo, y que toda paciencia tiene un límite.
Nos nos dejemos cegar por las reformas, o mejor dicho recortes, económicos, y empecemos con urgencia a hacer también las otras reformas que hacen falta.
Intentemos que por lo menos nuestros nietos tengan algún futuro ya que nuestros hijos lo tienen muy negro
