Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio ADN, y por muchas vueltas que demos, al final es lo que prevalece.
Durante nuestra vida, pasamos por diferentes etapas.
En todos los aspectos: Anímicos, sociales, de genio, etc...
Pero todas ellas no son más que etapas pasajeras.
Y mi ADN, me hace sentirme a disgusto en grupos grandes.
Siempre ha sido así, desde pequeño y se ve que esa sensación ha vuelto ahora después de unos años en que estaba menos acentuada.
Siempre me he definido como un lobo, o mejor, como un albatros solitario.
Me gusta la buena compañía, pero en pequeñas dosis y de pocos en pocos.
Y se ve que después de una época donde he estado más bien rodeado de grupos mayores, de círculos muy lejanos a mi yo más profundo, mi destino me ha devuelto a mi yo más auténtico.
Me vuelvo a mi círculo más cercano, a ese marcado principalmente por mi gente.
Noto que necesito volver a recuperar mi estado natural, mi propia esencia.
Igual la vida y el mundo han ido demasiado deprisa últimamente y necesito apearme una temporada.
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