Vivir cerca de alguien que lleva bastante tiempo empañado en hacer creer a los demás que es infeliz, es muy duro.
Con el tiempo se cree sus propias historias, que no faltas de verdad, van siempre exageradas para crear ese halo de misterio y pena en los que le rodean.
Sin embargo no se da cuenta que trata exactamente igual a los que tiene más cerca, aplicando justo todo aquello de lo que tanto se queja. Causando bastante más daño que el propio daño recibido.
El problema de encerrase en una burbuja, es que se cierra en ambos sentidos. Cierto es que los que están fuera no te molestan, pero tampoco puedes ni dar ni recibir su cariño.
Cuando ves que alguien tan cercano se estrella, y tu no sabes como evitarlo, no te queda otra que pensar que te has equivocado, y que tendrías que haber hecho algo más.
Si hubieras estado en tu sitio, hubieras sabido como evitar esta situación.
En resumen, fracaso.
Y como ya digo en el título, si la vida fuese un trabajo, me hubieran despedido.
Igual es el momento de un cambio!! ¿Quién sabe?
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