El pasado mes de diciembre, durante la visita que hicimos en el memorial a Tomas a las Ermitas nos contaron una "leyenda"
Hay allí un silla de piedra mirando valle abajo.
Dicen que si te sientas ahí, metes el dedo en el agujero que hay y pides un deseo, éste se cumple.
Pues bien, os cuento que Mar y yo, sin saberlo, pedimos el mismo deseo y se ha cumplido.
Os lo cuento todo
El deseo era que el banco aceptara una propuesta a la baja por un terrenito al que le habíamos echado el ojo.
Desde finales de diciembre somo los nuevos propietarios.
Feliz noche de reyes a tod@s